Por Pinocha Girasol Gepetto (Historiadora)
Este año, 2016, Amapola ha recibido la visita de la Primavera en Philadelphia. Las primeras flores de la temporada, las recibió en un precioso florero preparado por su hija Bri Lucero el día de su cumpleaños cuando se convirtió en sexagenaria.
Aficionada a la fotografía, ha decidido perpetuar estas imágenes que representan sus sentimientos de la alegría de vivir, las que contempla tarareando “La Tierruca”, de Virgilio Dávila, canción de las que se cantaban en su escuela durante su infancia:
Es el móvil océano gran espejo
donde luce como adorno sin igual
el terruño borincano, que es reflejo
del perdido paraíso terrenal.
Son de fáciles pendientes sus colinas,
y en sus valles, de ríquisimo verdor,
van cantando bellas fuentes cristalinas
como flautas que bendicen al Creador.
Primavera sus mejores atributos
muestra siempre generosa Borinquén.
En los campos siempre hay flores, siempre hay frutos:
¡Es Borinquen la mansión de todo bien!
Aquí nace el puro ambiente que respiro,
y se asienta la morada en que nací,
y ese sol resplandeciente que yo admiro,
aquí nace, aquí brilla y muere aquí.
De mis padres fue la cuna, y ella encierra
las más santas afecciones de mi ser.
¡Yo no cambio por ninguna esta tierra
donde tuve el privilegio de nacer!